Para quien tiene grandes acuarios, siempre es más aconsejable tener dos calefactores de media potencia, en lugar de uno solo de mucha potencia. La recomendación se debe a que si uno se descompone, el otro calefactor servirá hasta arreglar o reemplazar al averiado.
Una acuario debe tener un calefactor de tantos watts como litros tenga esa pecera. Es decir que, para una pecera de 200 litros de agua, se necesitará un calefactor 200 watts. Siguiendo el consejo del párrafo anterior, en este ejemplo, podría optarse por instalar dos calefactores de 100 watts cada uno.
Es aconsejable también, tener un calefactor extra para repuesto, aunque sea más modesto. Evitará complicaciones mayores si tenemos un problema en el acuario. También sirve por si tenemos que improvisar un acuario para desove o un acuario de cuarentena. Los calefactores poseen un termostato para mantener la temperatura deseada.
Los más nuevos cuentan con microchips para regular la temperatura, son mucho más precisos y confiables. Tienen un sensor ubicado en una de las caras de vidrio del acuario, que informa de la temperatura del agua a un termostato externo, éste enciende o apaga el calefactor según se requiera.
También se utilizan láminas bajo la pecera que calientan el agua. Otro método interesante son los cables ubicados en el fondo, pero por dentro. Son muy confiables, aunque depende del tipo de sustrato y de la vegetación presente, la posibilidad de su uso.
© Adrián Blanco 2006 – Prohibida la reproducción total o parcial de texto y/o imágenes sin consentimiento explícito por escrito del autor.