Camarones en acuarios de agua dulce

Caridina japonica
Caridina japonica
Los camarones son una excelente opción para habitar en acuarios comunitarios, aunque el principal objetivo del acuarista es tener camarones como controladores naturales en el acuario.

Los camarones cumplen naturalmente la función de “guardianes” en el acuario plantado. Éstos pequeños animales basan su dieta en la materia vegetal, devorando cantidades de alga filamentosa. Básicamente, nos previenen de lo que se conoce como una explosión de algas.

Como ya se mencionó, el camarón se alimenta principalmente de materia vegetal, siendo un gran devorador de alga filamentosa. Sin embargo, no solo de vegetales se alimenta. Primero podemos señalar que no come ni algas negras ni algas pincel. Luego, los camarones son bastante voraces, por lo que también se alimentan de restos de animales muertos y larvas.

Estos camarones nos benefician por su control de algas y como si esto fuera poco, nos brindan como reaseguro la tranquilidad de que no se comerán las plantas del acuario, excepto que no tuvieran ningún otro tipo de alimento disponible. Son pocas las plantas que considerarían como alimento, siendo una de ellas la Riccia.

En acuarios plantados donde dispongan de excesiva alimentación, los camarones podrían no resultar tan eficientes como controladores de algas filamentosas. En esos casos puede introducirse peces como los Otocinclus afinnis.

Los camarones son animales pacíficos y pueden ser mantenidos perfectamente en grupos reducidos en acuarios plantados comunitarios. Dado que son animales muy tímidos, se recomienda tenerlos siempre en grupos y proveerles sectores densamente plantados para escondite. Aunque no tengan depredadores, el refugio reduce notablemente sus niveles de estrés y normaliza su comportamiento.

Dentro de las especies más habituales en acuarios comerciales podemos mencionar especies de Caridinas como la caridina cantonensis (muy grande). Otras variedades disponibles pueden ser la neocaridina denticulata sinensis y la caridina serrata.

Los camarones son animales de vida crepuscular, aunque bien vale destacar que su actividad no merma durante el día excepto (que la iluminación fuera demasiado intensa).

Una clave para el cuidado de los camarones de agua dulce (aunque también marina) es su aclimatación al acuario. Se recomienda un proceso de aclimatación muy largo y progresivo, manteniendo el acuario sin iluminación para aliviar el estrés causado.

Otro factor importante es el tipo de peces que integrarán el hábitat. Si los compañeros de acuario de los camarones son muy grandes y con carácter algo agresivo tendremos problemas. Muy probablemente, esos peces se alimentarán de los pequeños camarones. Un ejemplo serían algunos cíclidos.

Caridina japonica

Caridina japonica
Caridina japonica
La Caridina japonica es la especie de gamba de agua dulce más elegida por los acuaristas para sus acuario plantados. Si bien este camarón es considerado como un ejemplar de tipo ornamental para el acuario, la verdadera finalidad de su introducción al hábitat es su función de controlador natural de algas filamentosas.

Esta especie de camarón pertenece a la familia Atyidae y proviene del Japón. Habita aguas poco profundas y en lagunas de agua dulce (también salobre), también se encuentra en el territorio de Taiwán.

El famoso paisajista acuático Takashi Amano popularizó la adopción de camarones para cuidar el acuario, por lo que también se conoce a este animal como Gamba de Amano.

El camarón conocido como Caridina japónica es muy parecido al resto de las variedades de gambas marinas o de agua dulce. Presenta cefalotórax y exoesqueleto, debajo del cual se encuentra el abdomen y sus músculos. En esta zona hay como una especie de faldón utilizado durante la natación. Posee además cuatro pares de patas para caminar.

El cuerpo de la Caridina es principalmente transparente, no obstante, su coloración suele variar dependiendo del alimento que haya ingerido recientemente. El tamaño de los machos llega hasta los 3 centímetros, mientras que las hembras pueden crecer hasta los 6 centímetros.

La diferencia más evidente entre machos y hembras radica en el tamaño, ya que las hembras llegan a duplicar las dimensiones del macho. Otro detalle para distinguir sexos se encuentra en las manchas de su decoración. Las hembras presentan manchas longitudinales mientras que las de los machos no parecen mantener un patrón constante.

El mantenimiento de esta especie de camarón en un acuario es relativamente sencillo. Es fuerte y tolerante de diversas condiciones del agua, adaptándose bien en rangos de temperatura entre 18º y 27º C. En cuanto al pH, se recomiendan aguas neutras o levemente ácidas. El agua dureza moderada hasta bastante dura le caerá bien.

Es importante que el medio posea buenos niveles de magnesio y calcio para estimular el crecimiento de su exoesqueleto, ya que lo muda sucesivamente. A este fin, puede resultar peligroso que este camarón habite aguas demasiado blandas. Otro cuidado es evitar abonos para plantas de alto contenido de metales pesados.

La reproducción de la Caridina japónica resulta habitual en los acuarios plantados bien asentados. La hembra estará apta sexualmente a partir de los 5 meses. Esta madurez puede percibirse visualmente en el color oscuro desarrollado en el vientre de la hembra.

Para asegurar la supervivencia de las larvas debe separarse a la hembra del acuario comunitario, caso contrario los peces se alimentarán de ellas. La eclosión (influenciada por la temperatura del agua) demora entre 4 y 6 semanas. Cuando larvas requieren de agua marina para su correcto desarrollo (proporción de 30 gramos por litro).

La alimentación de las crías de caridinas puede basarse en plancton congelado o nauplios de artemia. Se estima que la expectativa de vida de este camarón es de casi 2 años en acuarios.

© Adrián Blanco 2007 - Prohibida la reproducción total o parcial de texto y/o imágenes sin consentimiento explícito por escrito del autor.


por Adrian Blanco