El sustrato cumple funciones vitales en el ecosistema conformado en el acuario. Es el sustento de las plantas y puede dar refugio a los peces. En él habitan bacterias esenciales para el desarrollo del sistema. Esas bacterias son las encargadas de descomponer los desechos y convertirlos en nutrientes.
En el sustrato se alojan nutrientes minerales y orgánicos que serán aprovechados por las plantas. Las bacterias cumplen la función de reducir los ya mencionados nutrientes para que puedan ser absorbidos por las plantas. Algunos nutrientes como el hierro no pueden ser tomados por las plantas si no se encuentran reducidos.
La reducción consiste en transformar el óxido de hiero (Fe+3) en Fe+2. La diferencia radica en que luego de estar reducido el hierro, las zonas negativas en el fondo atraen a los iones positivos y los retienen hasta que las plantas los tomen por sus raíces.
Las bacterias se encargan de descomponer los desechos de plantas y peces. También los alimentos no consumidos. Al armarse un nuevo acuario, hay que dar tiempo a que se formen las colonias de bacterias, previo a introducir peces o plantas.
Lo más adecuado es utilizar grava de un acuario estable en funcionamiento completo. También es válido comprar en comercios especializados cultivos de bacterias para evitar el síndrome del acuario virgen, que podría matar a los peces por altos niveles de amoníaco en el agua (ver ciclo del nitrógeno).
La grava debe lavarse antes de ser introducida en la pecera. NUNCA debe utilizarse ningún tipo de jabón o detergente. Ya que si bien ante nuestros ojos parece que se enjuaga fácilmente, una finísima capa queda siempre adherida. Esto destruiría cualquier tipo de vida presente en el acuario.
Hasta que las bacterias colonicen el acuario más los niveles de amoníaco y nitritos en el agua sean aceptables para la vida de los peces transcurre un período no menor a un mes. Pasada la primera semana pueden incorporarse las plantas, para que entre las bacterias y ellas se logre un equilibrio en el agua.
Es sustrato se compacta con el transcurso del tiempo. El sifoneado muy moderado del fondo con un tubo limpia grava ayudará a mantenerlo más limpio. Habrá que hacerlo con el cuidado suficiente para no alterar el accionar de los fertilizantes para las plantas.
Debajo se describen las características principales de grava disponible para los acuarios. También puede emplearse arena de filtración, laterita o arcillas para acuarios plantados. Una buena idea es utiliza grava complementada por arcilla roja. Debe colocarse la arcilla debajo de la grava, así se evitará removerla en el sifoneado, proceso que no es imprescindible.
Las pequeñas piedras siempre están bien redondeadas, cosa que evita lastimaduras en peces que buscan alimentos en el fondo, e incluso en peces como los Kuhli que tienen como hábito enterrarse debajo de dichas piedritas.
Intente conseguir grava fina oscura para evitar los inconvenientes anteriormente descriptos. Hay gravilla de cuarzo negra que da un efecto muy interesante estéticamente al fondo del acuario.
Los alimentos que lleguen al fondo sin ser consumidos por los peces se meterán entre las piedritas. Por no ser alcanzados por los peces de fondo, esos restos de alimento se pudren y contaminan el agua. Incluso su acuario tendrá mal olor por este mismo motivo.
También se caracteriza por ser menos compacta, lo que permite el paso del agua en el filtrado biológico y que las raíces de las plantas se expandan sin dificultad.
© Adrián Blanco 2005/2006 – Prohibida la reproducción total o parcial de texto y/o imágenes sin consentimiento explícito por escrito del autor.